La exposición frente al sol puede resultar muy dañito para la córnea. Los rayos ultravioletas producen cataratas además de queratitis y conjuntivitis. La solución siempre recomendada por los oftalmólogos, es usar gafas de sol homologadas para protegerse de la radiación solar, con cristales de calidad de color preferiblemente marrones, grises o verdes.
Es importante no mirar al sol directamente de manera fija y continuada.
El cloro de las piscinas es irritante alterando nuestros ojos, por lo que recomendamos utilizar gafas de piscina para evitar el contacto directo.
Si vamos a la playa, de nuevo cuidado con el sol, y en relación al agua del mar ésta puede producir irritación en los ojos. También recomendamos para nadar gafas de piscina ya que a parte de la irritación pueden meterse en los ojos cuerpos extraños o arena. Es importante lavar los ojos de vez en cuando con agua dulce para limpiarlos.
Por otra parte la sequedad de la montaña, provoca un menor aumento de lágrima produciendo una sensación de ojo seco. Durante el tiempo que dure la excursión a la montaña se puede administrar lágrimas artificiales para ayudar al ojo a estar más húmedo. Recomendamos que acudas a tu oftalmólogo si el problema sigue de forma continuada.
Si estamos expuestos de continuo al aire acondicionado, si se necesita se puede utilizar un humidificador o lágrimas artificiales.
En relación con las alergias, al igual que la exposición frente al sol, usaremos gafas de sol homologadas para proteger nuestra vista.
Independientemente revisa tu vista periódicamente acudiendo a tu oftalmólogo.