¿Qué le sucede a nuestros ojos durante el invierno?
En esta época del año es muy normal sufrir del síndrome de ojo seco. Las bajas temperaturas tienden a resecar la membrana que cubre el globo ocular y la córnea, trayendo como consecuencia el síndrome del ojo seco. Las glándulas lacrimales se ven afectadas y disminuyen la producción de lágrimas, responsables de la lubricación ocular.
¿Qué síntomas provoca?
Los síntomas que se originan tras secarse los ojos son diversos. Suele presentarse mediante picor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño y alteración visual. Lo habitual es que se propicie una necesidad de rascarnos más, que puede provocar más molestias llegando a dolor ocular.
¿Cómo se trata?
Para tratar el síndrome de ojo seco simplemente hay que dar ese aporte de humedad que necesitan nuestros ojos usando lágrimas artificiales. También nos ayudará el uso de gafas de sol y parpadear con frecuencia para aumentar la producción de lágrima natural. En caso de notar ardor, cansancio o sensación de cuerpo extraño en el ojo, no hemos de frotar, y lavarlo con suero fisiológico.
¿Cómo cuidadamos los ojos?
1. Tomar precauciones. Protege los ojos de la radiación con gafas de sol que tengan filtro UV.
2. No frotar los ojos. En caso de que penetren cuerpos extraños en los ojos se recomienda no frotar y lavar rápidamente con agua o lágrimas artificiales.
3. Más hidratación. Los cambios de temperatura del exterior al interior también afecta a la salud ocular, en especial en aquellos lugares con elevada temperatura por calefacción o aire caliente en los que la humedad del entorno disminuye, produciendo sensación de escozor y sequedad en los ojos. En este caso se recomienda emplear lágrimas artificiales que faciliten la hidratación de la córnea.
4. Aumentar el parpadeo. Parpadear a menudo ayuda a incentivar la producción de lágrimas de una forma natural y evita así las lesiones oculares y la sequedad del ojo.
5.Dieta rica en frutas y verduras. Llevar una buena alimentación también contribuye a mitigar el síndrome del ojo seco, por ello es recomendable incluir en la dieta frutas y verduras, además de ácidos grasos y omega-3.
6. Humificadores. Dentro de casa es importante contar con humidificadores y controlar el nivel de la calefacción, intentando que no esté demasiado alta para generar un clima adecuado que no lastime la vista.
7. Descansar los ojos. Después de una jornada en la que los ojos han sido castigados por las inclemencias meteorológicas y se ha estado mucho tiempo al aire libre es recomendable descansar la vista y no castigarla con ordenadores O aparatos electrónicos.
8. Alerta ante los síntomas. En ocasiones el daño ocular no se presenta hasta cuatro o seis horas después de la exposición a las condiciones climatológicas adversas, por lo que se debe estar alerta ante cualquier síntoma anormal.
9. Elegir correctamente el tipo de gafas de sol. Aquellos que practican deportes de invierno deben prestar especial atención al tipo de lentes que emplean, poniendo atención en el cristal, la forma de la lente, la ventilación y el color de la pantalla. Es importante que las gafas absorban una luz visible al 92 por ciento y eliminen al menos el 60 por ciento de la radiación infrarroja
10. Acudir al oftalmólogo. Si se presentan sintomatologías como lagrimeo excesivo, enrojecimiento, inflamación de los párpados, fotosensibilidad, dolor de cabeza, sensación de cuerpo extraño o visión borrosa, es importante acudir cuanto antes a un oftalmólogo para evitar que se produzca una afección mayor.