Comprar gafas de sol baratas sin marca, es una temeridad frente a las largas jornadas de sol.
En verano, la radiación es mucho más alta en países de latitudes mediterráneas y los expertos advierten que el melanoma puede comenzar en los párpados.
Los expertos en oftalmología pediátrica, sseñalan que al menos un 10% del cancer de piel aparece en el rostro y por eso es imprescindible proteger la zona ocular desde los seis meses de edad.
Como la piel tiene memoria y acumula horas de sol, el exceso de radiación al que sometamos a nuestros hijos podría derivar en futuros problemas de salud.
Si observamos algún bultito en la raíz del párpado que pique o sangre, o si aparecen lunares en el globo ocular, conviene visitar al médico oftalmólgo especialista en esta patología.
El cristalino es nuestra principal defensa ante los rayos UVA y en los niños las estructuras oculares no terminan de desarrollarse hasta los 8 años.
Por eso a edades tempranas el ojo deja pasar más luz de la que debiera. Si a eso le añadimos unas gafas no homologadas, que en realidad no protegen, lo único que harán será dar sensación de oscuridad, por lo que la pupila se dilatará más y entrarán aún más rayos de sol.
Los especialistas explican que en el primer año de vida, el ojo del bebé recibe el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, por lo que nunca debe estar expuesto a la luz solar de forma directa. A los 12 años los ojos todavía reciben el 60% de la radiación UVA y el 25% en la UVB, con especial incidencia en los niños rubios o pelirrojos con ojos claros.
Otros problemas típicos en verano son los orzuelos, obstrucciones de la glándula del párpado, y la conjuntivitis pura mezcla de fluidos corporales y cloro, la cual se puede evitar con gafas de buceo.
Los expertos advierten que en estos casos acudir al especialista sin falta.
Fuente: El Pais.com